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Bogas (Endesa) adelanta un acuerdo con Iberdrola y Naturgy para solicitar la extensión de la vida de las nucleares

El consejero delegado de la energética considera que el sistema español ha cambiado en los últimos cinco años “de forma radical”

José Bogas, consejero delegado de Endesa, durante su intervención en la segunda jornada del Foro Económico CREO 2025.
Santiago Carcar

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha anunciado este jueves en las jornadas CREO 2025 que organizan Cinco Días y Prisa Media, que las compañías propietarias de las cinco centrales nucleares que funcionan en España , Endesa, Iberdrola y Naturgy, están de acuerdo en solicitar “en breve plazo” la extensión de la vida de las nucleares. Las eléctricas pactaron en 2019 el cierre del parque nuclear entre 2027 y 2035. Bogas justificó la revisión en el calendario de cierre en los cambios registrados en el sector y en circunstancias técnicas “fundamentalmente en la central de Almaraz” -contenedores, almacenes de residuos-. En el caso de Almaraz, en el que participan las tres eléctricas, el horizonte de cierre pasaría de 2027 a 2030. Para el resto, precisó Bogas “siempre he defendido la extensión por 10 años, aunque una cosa es lo que yo quiero y otra lo que es posible con los intereses de todos”.

La asociación Foro Nuclear, la voz de las compañías con intereses en el sector, aboga desde hace tiempo por revisar el calendario de cierre y extender el funcionamiento de las centrales más allá de su vida de diseño —40 años—. Con dos condiciones: reducir lo que pagan por la gestión de residuos y asegurar que la energía que producen las centrales tiene hueco en el mercado. Resumido: menos impuestos —menos pagos a la empresa pública de residuos Enresa— y una tarifa fija que asegure el negocio. La extensión, aseguró Bogas, “podría ser una opción que el Gobierno podría considerar y además daría tiempo a seguir operando [por parte de REE y tras el apagón] con seguridad reforzada”.

Bogas enmarcó la revisión del calendario de cierre de las nucleares en un sistema eléctrico que ha registrado cambios profundos desde que las eléctricas pactaron con el Gobierno el apagón nuclear en España. El sistema eléctrico español, explicó el responsable de Endesa ha cambiado en los últimos cinco años “de forma radical”, haciendo más competitivo el precio del mercado español, lo que ha tenido un “efecto llamada de demanda”. Considera que supone un éxito, pero también cree que hay cosas sobre las que hay que reflexionar porque “ha cambiado el panorama sobre cómo se genera y cómo se consume”. En este sentido, se mostró partidario de dar “un repaso al sistema”, lo que incluye más inversiones en la red de transporte y distribución. Se trata, aclaró Bogas, de cumplir con lo previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), con inversiones anuales previstas de 5.200 millones durante una década que en los últimos años se han quedado a la mitad. “Simplemente para cumplir con el PNIEC habría que triplicar la inversión”.

A Endesa le va mucho en ello. Las distribuidoras han solicitado a la CNMC, que fija la retribución de la inversión en redes, que la sitúe en el 7,5%. La propuesta es de 100 puntos básicos menos, un 6,5%. Menos dinero y menos beneficios por una actividad que no tiene riesgo y que atrae especialmente a los fondos de inversión, siempre a la búsqueda de activos seguros. Endesa, propiedad del grupo italiano Enel (70%) desde 2009, está muy atenta al diario oficial porque más del 40% de su beneficio de explotación (ebitda) depende de lo que el regulador — de acuerdo con las orientaciones del Gobierno— decida pagar a las redes de distribución desde 2025 hasta 2031. Endesa disputa con Iberdrola el primer puesto del podio de distribuidoras de electricidad —­ambas suministran en torno a 10 millones de clientes—, vende más electricidad de la que genera y está más expuesta al negocio de redes que sus competidoras. De ahí el interés.

Sobre el apagón del 28 de abril, que ha desatado el choque con Redeia -especialmente por parte de Iberdrola y su consejero delegado Mario Ruiz-Tagle-, Bogas se mostró más comedido en el tono, aunque manejó también parte del argumentario que vienen utilizando las grandes eléctricas: Red Eléctrica de España es responsable de amortiguar las incidencias en el sistema; cambió el modo de operación de la conexión con Francia entre dos de las oscilaciones registradas antes del gran apagón -”redujo la inercia del sistema” precisó Bogas- y decide qué centrales funcionan para estabilizar y tener reserva en el sistema. Y avanzó lo que puede ser una mala noticia para el conjunto de los consumidores: “REE está operando con seguridad reforzada [con más ciclos combinados] y la seguridad reforzada es carita”.

El tono medido de Bogas responde a la posición de la compañía en el negocio. Endesa, propiedad de Enel, juega únicamente en el mercado de España porque Enel asumió los negocios de la eléctrica en América. La del mercado ibérico es una liga cómoda. La compañía ha ajustado la política de dividendos para encajar el impacto de 530 millones de euros que la Corte Arbitral Internacional la obligó a pagar a Qatar Energy el pasado año por el ajuste de los precios del gas en contratos firmados antes de la crisis. Actualizó su política para el periodo 2024-2026 y mantuvo un 70% de pay out (porcentaje del beneficio que se distribuye a los accionistas) para el trienio. Peleas, las justas.

Sobre la firma

Santiago Carcar
Nacido en Bilbao en 1963. Periodista especializado en información económica y de empresas. Ha trabajado en prensa escrita desde 1989. Durante 24 años formó parte de la redacción de EL PAÍS. Ha formado parte también de las redacciones de Infolibre, Diario Bez y la Información (Henneo). Colaborador en medios digitales, radio y televisión.

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