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Energía
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Por qué el apagón eléctrico sigue bajo secreto de sumario?

Un mes después del ‘blackout’ los datos aportados por las grandes eléctricas apuntan, entre otros, a un problema de gestión en la interconexión con Francia

Redes eléctricas.
Carmen Monforte

Un mes después del gran apagón que dejó sin electricidad a la Península Ibérica, el 28 de abril a las 12:33 horas, las razones de tan insólito suceso siguen siendo un secreto de Estado. Es más, si la investigación oficial se prolonga por más tiempo, no es de extrañar que se acabe en el negacionismo, esto es, que el apagón no existió, o que si existió no fue culpa del operador del sistema, Red Eléctrica. En esta línea se manifestó la semana pasada la presidenta de esta compañía, Beatriz Corredor, al asegurar que el día del incidente no faltó potencia síncrona (hidráulica y ciclos combinados que permiten regular las sobretensiones en segundos), ni hubo sobrecarga, ni cortocircuitos, ni falta de control de tensión o sobretensión en la red de transporte (la que gestiona esta empresa y supone un 25% de los nudos, frente al 75% de la red de distribución que explotan las grandes eléctricas). En este punto -critican en el sector-, Corredor volvió a mezclar el transporte, en alta tensión, al que defendió, con la operación del sistema, lo que aconseja una separación de ambas funciones, tal como han reclamado públicamente las distribuidoras para la total independencia del operador.

Tampoco, según palabras de la presidenta de REE, hubo ningún ciberataque, con el que el Gobierno estuvo sembrando dudas en los primeros días, se dice, para ganar tiempo. De hecho, en el comité creado por el Gobierno para investigar lo que denomina “la crisis eléctrica”, siguen pesando sobremanera los ministerios y organismos destinados a desvelar la existencia de un ciberataque (los ministerios de Defensa, Interior, Transformación Digital, el CNI, etc..) y no tanto los capacitados para comprobar las causas técnicas. Y ahí siguen, pese al reconocimiento oficial de que no hubo ningún hacker detrás del suceso.

Desde el punto de vista técnico, este comité se abastece de los datos de una de las investigadas, REE, aunque no forme parte directamente del mismo. De hecho, el Ministerio para la Transición Ecológica ha negado a las grandes eléctricas entrar en dicho comité, alegando que tampoco participaba el operador del sistema. Sin embargo, estas empresas han tenido que enviar los datos requeridos a REE y no a dicho comité, algo que consideran una desventaja, pues ellas no tienen acceso a la información del operador, lo que supone “una indefensión”, dado que se les sigue apuntando con el dedo, como distribuidoras y como generadoras. Pero los datos de lo ocurrido no están solo en manos de Red Eléctrica, sino también de las eléctricas, las grandes plantas industriales y en Portugal.

Según los registros que Endesa ha entregado, que esta compañía dio a conocer recientemente en un acto académico, las oscilaciones en las tensiones fueron evidentes ya desde las 10 de la mañana del día 28 (en esa hora sus agentes alertaron de sobretensiones a Red Eléctrica en conversaciones que están grabadas) y también en días previos, especialmente, a las 19 horas del día 22, cuando saltaron 20 instalaciones, entre ellas de Adif y Repsol.

Endesa gestiona las líneas de distribución del sur de España, donde, según el Gobierno, se originó el desacople que acabó en el cero eléctrico, y sus registros indican sobretensiones superiores a 246 kV, el límite para adoptar medidas excepcionales. Según la regulación, las plantas están obligadas a soportar hasta una hora sobretensiones superiores al 15% en la red de 220 kV y del 10% en la de 400 kV, y en Endesa aseguran que todas sus plantas saltaron conforme al reglamento, lo que podría hacerse extensible a las plantas solares de toda la zona. En algún punto debía comenzar el deslastre, señalan fuentes del sector, y no es extraño que comenzara en la zona sur y suroeste (cuya identidad sigue siendo otro secreto), ya que el 27% de la producción fotovoltaica (casi 17.000 MW) se concentra en cinco provincias, especialmente en Badajoz. También las plantas de generación de Endesa conectadas ese día (los dos grupos de Ascó y Vandellós y el ciclo combinado de As Pontes) percibieron las perturbaciones y así figura en los gráficos.

La gestión de la interconexión francesa

Las empresas del sector plantean una gran duda, hasta ahora desconocida, sobre la gestión que REE hizo en la interconexión con Francia que funciona en corriente continua (lo que la convierte en asíncrona, como son las fotovoltaicas, y por, tanto, no puede ayudar a equilibrar el sistema y lo deja en reserva primaria o, en otras palabras, sin el apoyo europeo ante cualquier incidencia) pero que también puede ser explotada en el modo corriente alterna, que sí permite dicha reserva.

Ante una falta de potencia, el primer respaldo lo da la interconexión. Las empresas destacan en sus datos que, hasta las 12:10 (en el caso de Endesa y a las 12:12, en el de Iberdrola), la interconexión estaba siendo explotada en corriente alterna, pero a esa hora, con la primera perturbación del sistema, REE la pasa a continua y aunque estabiliza la frecuencia, la decisión tuvo un impacto en la reserva porque la red alterna obligó a exportar 1.000 MW.

Una muestra ilustrativa de que el apagón podría haberse evitado con una programación de reservas adecuada de Red Eléctrica es que Baleares, sistema extrapeninsular gestionado por Endesa, no sufrió el apagón. En contra de lo que se pueda creer, el archipiélago no es una isla energética, pues está conectada por cable con la península. En el momento del suceso, el sistema peninsular cubría el 22% de la demanda neta de las islas, pero gracias a los dos grandes ciclos combinados de gas de Endesa (los dos grupos de Cas Tresorer y el de Son Reus, programados por REE) el sistema se recuperó en menos de un segundo y el suministro se mantuvo sin incidencias.

La propia Endesa en la península solo tenía despachado un ciclo, el de As Pontes (en La Coruña) que formaba parte de los únicos seis ciclos programados para el día de autos, en que la demanda prevista era de 26 GW. Por su parte, fuentes próximas a Iberdrola aseguran que si no faltaba potencia síncrona, como asegura Corredor, ¿por qué REE pidió de forma urgente a las 12:26 el ciclo combinado de Castejón II, que la eléctrica tiene en La Rioja?

Aunque técnicamente es difícil disimular los datos, todo apunta a que no se trata tanto de reconocer la responsabilidad de lo ocurrido, como de reconocer “la vulnerabilidad” del sistema y la operación, según lo analistas, y que se pueda volver a repetir el incidente. Iberdrola se está planteando también hacer públicos los datos que ha remitido a REE.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.
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