Luis Gallego toma la presidencia de Iata entre retos geopolíticos y ambientales

La mayor asociación mundial de aerolíneas, Iata, tiene desde este lunes al español Luis Gallego como presidente de turno. El consejero delegado del holding IAG asume su mandato de un año como cabeza visible de la junta directiva en un momento clave para el sector aéreo. Las crecientes tensiones geopolíticas, con Donald Trump en la Casa Blanca y su esperado impacto en la economía mundial; el mantenimiento de conflictos bélicos como los de Ucrania y Gaza; los incesantes avances tecnológicos en busca de una mayor eficiencia para este modo de transporte, y las exigencias sobre un transporte aéreo respetuoso con el medio ambiente, obligan a una constante adaptación de todo el ecosistema de la aviación.

Gallego ha asumido su cargo al concluir la asamblea general de la Iata celebrada en Nueva Delhi (India), tomando el relevo de manos de Pieter Elbers, consejero delegado de Indigo. “El sector aéreo se enfrenta a importantes retos, como el de acelerar la acción medioambiental, gestionar los cambios geopolíticos y los problemas de la cadena de suministro, y hacer frente a las preocupaciones sobre la capacidad y los costes de la infraestructura”, ha resaltado el ejecutivo español. En un guiño a los miles de trabajadores del sector, Gallego ha resaltado “la capacitación de las personas que se esfuerzan por hacer de la aviación una experiencia segura y gratificante para millones de viajeros todos los días”.

Al tiempo que Luis Gallego asume el papel de máximo representante de Iata se ha anunciado ya que su sucesor, a la vuelta de un año, será Roberto Alvo, consejero delegado de Latam Airlines Group.

Este es un nuevo escalón en la fructífera carrera de Luis Gallego en la industria aérea, acercándose a los 30 años de experiencia. Antes de liderar IAG desde septiembre de 2020, fue presidente de Iberia y lanzó Iberia Express. Previamente había sido director de operaciones de Vueling, cofundador de Ckickair y formó parte del equipo directivo de Air Nostrum. En Iata vuelve a formar tándem con quien fue su consejero delegado en IAG, Willie Walsh, que se mantiene como director general de la asociación.

El directivo irlandés ha señalado que la agenda de Iata a la vista es “crítica para el éxito actual y futuro de las aerolíneas miembro”. Al referirse al nuevo presidente, Walsh ha destacado su implicación con los temas prioritarios para el colectivo empresarial. Los miembros de Iata tratan de influir en la regulación del sector ante la continua demanda de conectividad aérea y un tráfico creciente, al tiempo que están bajo el foco de las agendas ambientales de los Gobiernos. El objetivo es el de un escenario de cero emisiones netas de carbono en 2050.