El dólar vive su peor mes contra el euro desde 2022: por qué Trump erosiona la confianza en el billete verde
La moneda se ha dejado un 4,8% en abril, segundo desplome mensual consecutivo, ante la oleada arancelaria y las dudas sobre el estatus global de la moneda

Tal es la velocidad de los acontecimientos en las últimas semanas que las modas, también financieras, duran apenas semanas. El Trump Trade fue la de noviembre, un mandato republicano marcado por rebajas de impuestos, aranceles, desregulación y, en general, más crecimiento para EE UU y para las empresas del país, un escenario bueno para Wall Street, para el dólar y malo para Europa.
A cierre de abril, el dólar ha perdido un 4,8% en el mes, que se suma al 4,08% que se dejó contra el euro en marzo. Se ha llegado a cambiar a 1,15 dólares por cada euro, el nivel más bajo desde finales de 2021. La divisa no caía más de un 4,8% en un mes desde 2022, según los datos de Bloomberg, y desde que echó a andar el euro, en 1999, no hay referencias de dos caídas tan abultadas consecutivas. Si en marzo el dólar caía ante la perspectiva de una posible guerra comercial y las señales de debilidad en la economía estadounidense, el mes de abril se estrenó con el bombardeo arancelario del 2 de abril, denominado Día de la Liberación.
Los aranceles masivos implicaban un escenario diabólico para el mercado: menos crecimiento y más inflación. Por ello se tradujeron desde el primer día en caídas del dólar, que se agudizaron a medida que los mercados financieros entraron en una espiral de desconfianza que tocó de lleno al bono estadounidense a 10 años. La subida de los tipos de interés a largo plazo reflejó una renovada desconfianza en Estados Unidos como puerto seguro de la inversión. La deriva de la deuda obligó a Donald Trump a anular parte de los aranceles, pero las dudas se habían instalado en el mercado: el estatus del dólar como moneda de reserva global está sujeto a un debate que la Casa Blanca volvió a avivar con sus ataques a la independencia de la Reserva Federal. Volvió a recular, y el mercado volvió a tomar nota.
Pero la caída del dólar contra el euro es solo una parte del cuadro. La divisa estadounidense ha caído contra prácticamente todas las monedas del mundo; un 6,8% contra el franco suizo (la divisa blindada por excelencia), un 3,3% contra la libra británica o un 4,7% contra el yen japonés.
En los 100 días transcurridos desde que Donald Trump tomó posesión el índice del dólar ha marcado, según Bloomberg, la mayor caída desde que en 1970 Richard Nixon decretó el final de la convertibilidad de los billetes verdes en lingotes de oro físico. El dólar ha perdido incluso contra los pares de México (4,2%) o Canadá (3,4%), países cuyo principal socio comercial es Estados Unidos y cuyas economías están seriamente amenazadas por las tarifas de quita y pon de Donald Trump.
Los datos económicos publicados ayer miércoles sustentan las malas vibraciones para el dólar, con la economía estadounidense entrando en contracción durante el primer trimestre, un 0,1% después de crecer un 0,4% en el tramo final de 2024. La zona euro, mientras tanto, creció más de lo previsto, un 0,4% entre enero y marzo. Si bien ambas cifras están condicionadas (al alza en Europa, a la baja en EE UU) por el adelanto de operaciones comerciales ante la llegada de los aranceles, reflejan un relato opuesto al Trump trade de noviembre.
Los analistas, de hecho, barajan más caídas, y los mercados de futuros apuntan que las apuestas bajistas sobre el dóalr siguen siendo las dominantes. JP Morgan, BNP y Danske esperan que la divisa baje al entorno de los 1,2 dólares por euro o incluso por debajo este año. “No es necesario que, por ejemplo, China venda sus bonos del Tesoro para ver un dólar más débil y unos rendimientos del Tesoro de más altos. Los actores privados de los países aliados de EE UU, a medida que se adaptan a una nueva e incierta política, pueden producir el mismo resultado”, indica UBS.
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