No solo Strategy: estas empresas también siguen su modelo pero acumulan ethereum, solana y la ‘memecoin’ de Trump
Estas compañías buscan diferenciar su cartera, sumarse al tren de la especulación y aprovechar de la volatilidad de estos activos pese a los riesgos de caídas

Michael Saylor empezó a acumular bitcoin a través de su empresa, Strategy, hace cinco años. Lo hizo cuando la criptomoneda rondaba los 10.000 dólares. En tan solo un lustro, la compañía pasó de ser una firma de software que valía unos de 1.195 millones a convertirse en un acumulador de esta cripto, hasta alcanzar una capitalización de 112.000 millones. Saylor se convirtió en un gurú del mundo cripto hasta el punto que otras empresas quieren imitar su misión. No obstante, no todas lo hacen con bitcoin. Compañías más pequeñas y de diferentes sectores —tecnológicos, salud, biotecnologías— apuestan por amasar otros tokens en sus reservas: solana, ethereum e incluso la memecoin $TRUMP. El mercado está cada vez más saturado de empresas que actúan como instrumentos de inversión indirectos en activos digitales.
El acelerador de empresas Upexi es un ejemplo. La compañía anunció en abril la intención de comprar tokens de solana para engordar sus reservas y recaudó unos 100 millones de dólares a través de la venta de acciones. Desde el anuncio, sus títulos han llegado a repuntar hasta un 575% y su capitalización bursátil se ha multiplicado por 110 veces. Janover, una compañía de software, también llegó a dispararse hasta un 2.250% a principios de abril, cuando adquirió 10,5 millones de dólares en solana. El mismo mes, antiguos ejecutivos del exchange Kraken compraron una participación mayoritaria de esta empresa. Pero mientras las acciones se revalorizan, solana cae: desde principios de año cede un 11%.
La disparidad en este comportamiento no es baladí. Aunque el modelo de negocio de estas empresas es tradicional, ambas tienen un foco tecnológico y buscan crear una narrativa alrededor de ello, explica Luz Parrondo, profesora de la UPF Barcelona School of Management. “Cuando una empresa anuncia su exposición a las criptos puede generar un fuerte hype, tanto entre los inversores cripto, que tratan de beneficiarse del apalancamiento indirecto a las cripto como de los más tradicionales. “Apalancamiento indirecto en cripto quiere decir que un inversor puede obtener mucha más rentabilidad invirtiendo en acciones de una empresa que acumula un token, que invirtiendo en el propio token”, detalla.
Así, el comportamiento del mercado convierte a estas acciones en vehículos altamente volátiles y especulativas. Y mientras el token subyacente puede mantenerse estable o incluso caer, los títulos de una empresa pueden dispararse por la expectativa de que dicha vinculación impulse su negocio o la posicione como un actor relevante en el ecosistema cripto. “La exposición amplificada, unos titulares seductores que pesan más que cualquier dato financiero real y una liquidez muy limitada, que convierte cualquier movimiento en una montaña rusa, alimentan un rally que poco tiene que ver con los fundamentales", asegura Javier Molina, analista de eToro. Es decir, para muchos traders invertir en estas acciones es una forma de amplificar su inversión.
En cambio, las empresas que apostaron por ethereum, la segunda criptomoneda más grande del mercado, no tuvieron la misma suerte. Bionexsus, especializada en diagnósticos genéticos, empezó a acumular este token desde el pasado marzo, mientras Cosmos Health, firma de atención sanitaria, lo hace desde noviembre de 2024. Desde el anuncio de sus nuevas estrategias de tesorería y de sus compras, ambas compañías caen un 13% y un 40%, siguiendo la estela de ethereum, que cede un 25% desde noviembre: el token ha vivido una crisis profunda, alimentada por la competencia de solana en el mismo espacio, y el hackeo del exchange Bybit, que ha puesto en entredicho la seguridad de la red. No obstante, su recuperación en los últimos días ha servido también para que las acciones de ambas empresas recuperaran parte del terreno perdido.
Parrondo incide en que la elección del criptoactivo para acumular en las reservas es reveladora. “Bitcoin suele elegirse como reserva de valor o refugio frente a la inflación, mientras ethereum está más asociada al ecosistema tecnológico de blockchain y a las aplicaciones descentralizadas. Las empresas que apuestan por esta suelen buscar exposición a ese mundo de innovación, más que una simple protección patrimonial. En cambio, aquellas que se inclinan por bitcoin tienden a adoptar una visión más conservadora, enfocada en la preservación de valor”, destaca.
Freight Technologies Inc, una empresa norteamericana de logística, es la más disruptiva. A finales de abril anunció que planea invertir 20 millones de dólares para hacerse con la memecoin $TRUMP. “Las criptomonedas meme, por definición, carecen de valor fundamental sólido, pero son capaces de capturar la atención mediática y del retail. Este comportamiento recuerda lo que hemos visto con GameStop y otros fenómenos virales, donde la acción sube no por valor real, sino por efecto FOMO (fear of missing out) y sobrereacción del mercado", incide Molina. Javier Pastor, director de Formación de Bit2Me, añade que son movimientos especulativos a corto plazo. “No ofrecen ninguna innovación ni novedad. No son inversiones para mantenerlos en carteras, sino para obtener una ganancia rápida”, avisa.
Para todas estas empresas, la volatilidad no es un riesgo sino una oportunidad. De hecho, Parrondo aclara que aquellas que se exponen a las criptos no están buscando seguridad, y tampoco lo hacen solo por diversificar la cartera. “No es una estrategia financiera sino de marketing. O simplemente se quieren subir al tren de la especulación”.
No obstante, los riesgos están detrás de la esquina. La volatilidad de estos activos puede afectar directamente la liquidez de las acciones de la empresa y su solvencia, especialmente en caso de un giro brusco del mercado y caídas abruptas, algo más común y frecuente entre las altcoins. Y la posibilidad de que la narrativa cripto eclipse el negocio real, como ha ocurrido con Strategy, hace que la compañía corra el riesgo de desviar su rumbo y sufra una crisis reputacional o genere desconfianza. El cambio de regulación o la posibilidad de que los supervisores pongan su lupa sobre estas empresas es otro factor a tener en cuenta, especialmente si las compras de activos digitales se utilizan como herramientas de promoción bursátil sin un respaldo operativo real. “En ciertos casos podría considerarse una forma encubierta de manipulación de mercado, que seguro abrirá la puerta a nuevas regulaciones”, concluye Parrondo.
De bitcoin a solana
Sol Strategies es una empresa canadiense que invierte en criptomonedas y en tecnologías blockchain. Su negocio radica en el mundo cripto: invierte en solana desde mediados de 2024, a través de activos existentes en su tesorería, acuerdos privados de financiación estructurada y emisiones de deuda convertible, garantizada y senior de hasta 500 millones de dólares. “Nuestro objetivo es construir una de las redes de validadores de Solana más grandes y fiables del mundo. Creemos que Solana será fundamental para aplicaciones financieras e institucionales a nivel global”, explica a CincoDías Leah Wald, CEO de la empresa.
Sus acciones se revalorizan un 2.300% desde mediados del año pasado, mientras en el mismo periodo solana avanza un 11%. Si bien la red ha ganado terreno en el espacio cripto, la avalancha de memecoins que se han creado en ella ha provocado una crisis reputacional, al considerarse como un protocolo que hospeda activos altamente especulativos en un momento en el que el mercado busca legitimidad.
Sol Strategies no apostó solo por solana. De hecho, antes de llamarse así, la empresa se conocía como Cypherpunk Holdings. En 2018, convirtió su balance en bitcoin e hizo una serie de inversiones de capital dentro de ese ecosistema. “Fue una especie de precursor de empresas como Strategy en cuanto a la exposición a bitcoin en los mercados públicos”, afirma su actual CEO. Cuando Wald asumió el cargo en julio de 2024, detectó que el crecimiento del mercado no estaba solo en los activos digitales sino también en la infraestructura blockchain. “En septiembre, lanzamos un cambio importante de nombre y estrategia, y trasladamos nuestra tesorería a solana. Y no solo mantenemos los tokens, sino operamos nuestro propio negocio de validadores de nivel empresarial en la red de Solana, lo que nos permite generar ingresos y apoyar directamente el crecimiento de la blockchain”, afirma. Actualmente la empresa mantiene una pequeña cantidad de bitcoin y tiene previsto deshacerse de ellos.