El BCE da el visto bueno a la renovación del consejo de administración de CaixaBank

El Banco Central Europeo (BCE) ha dado el visto bueno a la reciente renovación del consejo de administración de CaixaBank, que ha supuesto el cambio de una tercera parte de los consejeros y la salida de todos los ligados a Bankia. El último sí ha llegado hoy, con la aprobación del nombramiento de José María Méndez, director general de Criteria y representante en este órgano del primer accionista.

El consejo de CaixaBank propuso en febrero el nombramiento de cinco nuevos miembros de este órgano: Rosa María García Piñeiro, Luis Álvarez Satorre, Bernardo Sánchez Incera, Pablo Forero Calderón y José María Méndez Álvarez-Cedrón. Tres de ellos sustituirían a los tres consejeros independientes procedentes de la era Bankia —Eva Castillo, Francisco Javier Campo y Joaquín Ayuso—, otro al puesto que dejó vacante en noviembre el expresidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, y otro más a uno de los representantes de Criteria, José Serna.

Para reemplazar a Goirigolzarri el banco ha elegido Rosa María García Piñeiro como consejera independiente. Para sustituir a Castillo, Campo y Ayuso, ha designado a Satorre y Sánchez, como independientes, y a Forero como otro externo. Y como reemplazo de Serna, Méndez. Igualmente, ha acordado renovar a Teresa Santero, la representante del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), y a dos independientes, Koro Usarraga y Fernando Maria Costa.

Primero fue la junta de accionistas de la entidad la que votó a favor del nombramiento de estos nuevos consejeros, a propuesta del consejo de administración. El último paso ha sido el del BCE, que debía someter los nombramientos al examen conocido como fit and proper. Todos ellos lo han pasado.

Esto supone que el banco ya finalmente dé por acabada la era Bankia. Esto se produce cuando se cumplen cuatro años de la fusión entre ambas entidades, que dio lugar al mayor banco del mercado español. Esto derivó un reparto en el cual el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ostentó buena parte del poder, con José Ignacio Goirigolzarri como presidente ejecutivo y cinco consejeros de 15 procedentes de Bankia. El Estado se quedaba con un 16% del capital, que ha ido escalando hasta el 18% gracias a las recompras de acciones, mientras que Criteria Caixa, el brazo financiero de la Fundación La Caixa, se quedaba como primer accionista, con el 30%. El reparto de poder entre consejeros de CaixaBank y Bankia pactado entonces cambia, como demostró la dimisión en noviembre de Goirigolzarri y su sustitución por Tomás Muniesa como presidente.

La remodelación del consejo de administración es profunda, pero mantiene los equilibrios dentro del mismo. La mayor parte del consejo de administración, el 60%, son consejeros independientes, pese a que dos accionistas (La Caixa y el Estado) controlan el 48% del capital. Tanto la Caixa como el FROB tienen la capacidad de, teniendo en cuenta al número de acciones que atesoran, incrementar su peso en el consejo, por encima de los dos representantes que tienen ahora los primeros y el que tiene el Estado. Sin embargo, ninguno ha hecho movimiento alguno al respecto, para blindar la mayoría de consejeros independientes. El nuevo consejo tendrá también un 40% de mujeres.

Los cinco nuevos consejeros integrarán un órgano presidido por Muniesa, consejero dominical de Criteria, con un ejecutivo (el consejero delegado Gonzalo Gortázar) y cinco independientes más (Eduardo Javier Sanchiz Irazu, María Verónica Fisas Vergés, Cristina Garmendia Mendizábal, Peter Löscher y Amparo Moraleda Martínez). Moraleda ha sido designada, además, vicepresidenta.