Nintendo, analistas e inversores: ¿cuáles son las previsiones de futuro tras el lanzamiento de la Switch 2?
Los expertos anticipan un negocio prometedor para la consola, aunque el precio y los aranceles podrían afectar a las ventas

Pocas industrias están tan pendientes de la expectativa como la del videojuego, y el lanzamiento de la Switch 2 lo dejó en evidencia. Desde que Nintendo anunció que su nueva consola —esperada durante años— saldrá a la venta el 5 de junio de 2025, todas las miradas del sector se han posado en si la compañía estará a la altura, con la sombra de su predecesora acechando: esta última vendió cerca de 152 millones de unidades. La presentación del modelo insignia de segunda generación, el pasado 17 de enero, decepcionó tanto a la industria como al mercado bursátil, provocando una caída de más del 7% en las acciones durante los dos días siguientes, en contraste con el repunte de más del 33% tras el anuncio de la Switch en 2015. Sin embargo, esta indignación fue efímera. A pocas semanas del lanzamiento, los analistas anticipan un futuro prometedor para Nintendo, impulsado por las ventas de la nueva consola, aunque los aranceles amenazan tanto el precio como la capacidad de producción.
Y en medio de las expectativas, la empresa sigue registrando caídas en sus ingresos, motivadas principalmente por la progresiva disminución en las ventas de consolas Switch y sus juegos ante el inminente estreno de su sucesora. El beneficio neto del gigante japonés cayó un 43% en su último ejercicio fiscal, concluido en marzo, hasta los 1.710 millones de euros. La facturación por ventas se redujo un 30,3% con respecto al año anterior, hasta los 7.150 millones de euros. Nintendo vendió 10,8 millones de unidades de Switch en su último ejercicio, un 31,2% interanual menos, y 155,41 millones de copias de juegos para la plataforma, un 22,2% menos en comparación con el año anterior.
Tras estos resultados, la empresa publicó sus previsiones de cara al próximo ejercicio fiscal —que arrancó el pasado 1 de abril y concluirá el 31 de marzo de 2026—, el cual estará marcado por la venta de la Switch 2 y de sus juegos. Nintendo espera que el lanzamiento de su nueva consola le permita incrementar su facturación un 63,1% interanual, hasta los 11.700 millones de euros. Además, estima que su beneficio neto crecerá un 7,6%, hasta los 1.840 millones de euros, y que el beneficio operativo aumentará un 13,3%, rozando los 1.960 millones de euros.
Una guía financiera muy conservadora por parte de Nintendo, que se sitúa por debajo de las previsiones de los analistas: la multinacional con sede en Kioto estima que podrá distribuir 15 millones de unidades de Switch 2 en el ejercicio hasta marzo, por debajo del consenso promedio de los analistas recogido por Bloomberg de 16,8 millones. Asimismo, proyecta un beneficio operativo anual de 2.200 millones de dólares, también significativamente inferior a las estimaciones del mercado. La empresa ha reforzado su capacidad de producción ante la abrumadora demanda inicial, y algunos expertos ya anticipan que el volumen anual de suministro podría situarse entre los 18 y 20 millones de unidades.
El desafío para Nintendo no es solo fabricar lo suficiente, sino también mantener el impulso con una oferta constante de títulos atractivos, aprovechar su estrategia de compatibilidad entre generaciones y sortear factores externos como los aranceles. Con un crecimiento proyectado en beneficios muy por encima de la media del sector y un modelo de negocio cada vez más diversificado, muchos inversores se preguntan si las previsiones actuales están subestimando el verdadero alcance de la Switch 2. Desde Jefferies aseguran que se esperaba esta postura “conservadora” por parte de la empresa, pero confían en que supere con creces sus propias proyecciones, especialmente si se repite el precedente de la Switch, cuando los beneficios de Nintendo “superaron ampliamente sus previsiones en el primer año”.
Es tal la percepción de que la firma está valorando a la baja sus perspectivas para 2026 que Andrew Jackson, experto de la firma Ortus Advisors, califica la postura como “excesivamente cautelosa”, y considera probable que el mercado no tome al pie de la letra los números publicados. Y así ha sido. El mercado no pierde de vista el verdadero potencial. De hecho, las acciones han ganado cerca del 60% en los últimos 12 meses y, en los últimos días, los cierres bursátiles han sido mixtos, aunque las subidas prevalecen sobre las caídas. “El pronóstico de Switch 2 no se alinea con las estrategias de la empresa en cuanto al aumento de producción para satisfacer la alta demanda”, afirma Jackson.
Replicar el debut de Switch en 2017
Lejos de las previsiones oficiales, Nintendo tiene claro el objetivo de la nueva consola: replicar el debut triunfal de la Switch en 2017, cuando vendió alrededor de 15 millones de unidades en sus primeros 10 meses. Y no van mal encaminados. El propio Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, anunció hace semanas que la preventa de la videoconsola ha sido “extremadamente alta”, con cerca de 2,2 millones de solicitudes solo en Japón. “Esta cifra supera con creces nuestras expectativas y sobrepasa ampliamente el número de consolas Nintendo Switch 2 que podrán enviarse el 5 de junio a través de My Nintendo Store. Desafortunadamente, anticipamos que una cantidad considerable de clientes no será seleccionada cuando se anuncien los ganadores mañana, 24 de abril”, declaró Furukawa en referencia al sistema implantado en el país nipón vía sorteo para conseguir la consola el día del lanzamiento.
“Las tendencias de los pedidos anticipados en Japón, EE UU y otros mercados clave sugieren que Nintendo podría alcanzar su objetivo de ventas de 15 millones de unidades. La barrera de portabilidad de la consola también parece superable, gracias a una sólida alineación de títulos de terceros, incluido Cyberpunk 2077, y juegos propios, que podrían incentivar la renovación de los millones de usuarios de Nintendo”, augura Bloomberg Intelligence.
Los aranceles podrían incrementar el precio
Aunque hay claroscuros en el panorama de Nintendo, y los más preocupantes tienen nombre propio: los aranceles de Trump. Desde el inicio, el pasado 5 de abril, de la errática guerra arancelaria de EE UU contra el resto del mundo, los países asiáticos —especialmente China— han sido objeto de mayores gravámenes, lo que ha encarecido significativamente la producción. Ahí radica uno de los principales focos de incertidumbre para la tecnológica. El precio de la consola, que rondará los 450 euros, es el frente más visible y la propia empresa ha advertido que podría subir. “En cuanto a los precios en Estados Unidos, existe la posibilidad de que se realicen ajustes en el futuro, dependiendo de las condiciones del mercado”, dijo el presidente de la compañía en declaraciones recogidas por Bloomberg.
Una advertencia que en algunos productos ya se ha comenzado a aplicar. Nintendo, que fabrica la mayor parte de sus consolas en China, ha elevado el precio de ciertos accesorios de Switch 2 y alertó a sus clientes en EE UU de que otros productos podrían encarecerse según los aranceles que se impongan. Un análisis de Bloomberg Intelligence indica que el precio podría subir hasta un 30% para los compradores estadounidenses una vez que se agoten las existencias acumuladas.
Aun así, Nintendo podría verse beneficiada por la suspensión de 90 días de los aranceles. Además, la compañía habría acumulado suficiente inventario antes de los propios gravámenes para cubrir la alta demanda esperada de la consola, especialmente si logra maximizar los envíos a EE UU durante los 90 días de prórroga. Sin embargo, el incremento de los precios puede ser un inconveniente para las futuras ventas. Nathan Naidu, analista de Bloomberg Intelligence, asegura que esta situación “está haciendo mella en el sentimiento de los inventores”. “El actual aumento en la valoración de Nintendo podría frenarse si las ventas no crecen, lo que presionaría a la compañía a no trasladar el costo de los aranceles a los compradores”, indica el analista Grace Harmon de Emarketer.