Nissan despedirá a 20.000 trabajadores en todo el mundo hasta 2027
La nipona amplía su plan de reestructuración tras perder unos 4.000 millones en su último año fiscal. Los sindicatos en España se mantienen a “la expectativa” de lo que pueda pasar en Ávila y Cantabria

El fabricante japonés de vehículos Nissan Motor ha anunciado este martes sus planes para despedir a 20.000 trabajadores en todo el mundo hasta 2027, dentro de su plan de reestructuración, lo que supone más del doble de los anunciados el año pasado y aproximadamente el 15% de su plantilla. La medida fue anunciada durante la publicación de los resultados financieros del ejercicio fiscal 2024, en los que Nissan registró una pérdida neta de 670.900 millones de yenes (aproximadamente 4.000 millones de euros).
Los resultados financieros de la tercera mayor compañía nipona de automoción por volumen de ventas confirman una situación que su cúpula directiva definió como “muy compleja” y ante la cual destacaron la necesidad de medidas “urgentes”. Sus pérdidas netas contrastan con los beneficios netos de 426.600 millones de yenes (2.593 millones de euros) obtenidos el año anterior, y se atribuyen principalmente a la fuerte depreciación de sus activos y al encarecimiento de sus costes operativos.
El resultado operativo de la compañía se desplomó un 87,7% interanual, hasta los 69.800 millones de yenes (unos 424 millones de euros), mientras que su facturación se redujo ligeramente un 0,4%, hasta los 12,63 billones de yenes (unos 76.800 millones de euros), según recoge Efe.
Durante la presentación de los resultados, el director financiero, Jeremie Papin, ha dicho que el año fiscal 2024 ha supuesto un “gran desafío”, que “continuará” en 2025. De hecho, las cifras no incluyen todavía el impacto de los aranceles a las importaciones de vehículos aplicados por Estados Unidos, que entraron en vigor el pasado abril y que se espera que tengan un efecto negativo de 450.000 millones de yenes (2.739 millones de yenes) en las cuentas de Nissan para el ejercicio en curso.
En el caso de España, cabe recordar que Nissan ya no fabrica vehículos, tras el cierre de su planta en Barcelona, en la que hoy se asientan Chery y Ebro; y el fin de la producción de camiones en Ávila, donde ahora la compañía ensambla piezas. También cuenta con una fábrica de piezas en Cantabria. Entre ambas, la automovilística nipona da empleo a unas 1.000 personas. Ante las preguntas de este periódico, la compañía no ha hecho comentarios sobre una posible afectación al empleo en las fábricas españolas, de las que hasta ahora Nissan parecía muy satisfecha.
La producción de piezas española sirve sobre todo para alimentar la planta de Sunderland, en Reino Unido, aunque Cantabria produce también para otras compañías, como Renault, socio en la alianza y accionista mayoritario de Nissan. La compañía del rombo notó el año pasado un fuerte impacto en sus resultados como consecuencia del desplome de Nissan, que está sufriendo sobremanera tanto en China, donde se enfrenta a la potencia industria local, como en EE UU, donde el eléctrico no despega y el mercado no ha acogido con demasiado entusiasmo su tecnología híbrida E-Power, según señalan fuentes del sector.
Por su parte, José Ramón Muñoz, secretario provincial de la Federación de Industria de UGT Ávila, sindicato mayoritario en la planta castellana, ha respondido a este medio que están “a la expectativa”. “No nos han trasladado nada de momento. Nos sorprendería que tuviese afectación en Ávila, después de la reconversión que realizamos y las inversiones que ha hecho Nissan, así como por las ayudas recibidas tanto por el Gobierno central como por la Junta, gracias a las cuales se ha hecho una planta nueva de estampación”, ha explicado Muñoz.
Nissan duplica sus despidos
En noviembre, Nissan había comunicado un recorte de 9.000 empleos en todo el mundo y una reducción de su capacidad de producción del 20% después de que las débiles ventas en EE UU y China provocaran una caída del 94% en los beneficios netos del primer semestre. La medida perseguía mejorar su liquidez y rentabilidad tras el empeoramiento de sus resultados financieros semestrales. Esta cifra se ha ampliado ahora hasta alcanzar los 20.000 con horizonte en el ejercicio fiscal 2027, que tendrá lugar entre abril de ese año y marzo de 2028.
Nissan espera volver a la rentabilidad con estos despidos, unidos a la reducción del número de sus plantas de producción de vehículos en todo el mundo desde las 17 actuales hasta 10, con los que recortará su volumen de producción global en un 30% excluyendo a China.
El presidente y consejero delegado de la empresa, el mexicano Iván Espinosa, que asumió el cargo en abril, ha justificado estas medidas por la necesidad de emprender una reestructuración “más rápida” y “más ambiciosa” que la inicialmente planteada el año pasado por la anterior directiva. Aunque ha evitado dar más detalles sobre las fábricas que se podrían ver afectadas por los cierres y los despidos, Espinosa ha señalado que se contemplan también recortes en plantas de trenes de propulsión. Según un informe de Nikkei, algunas fábricas japonesas de producción de vehículos se verán interrumpidas y la empresa decidirá próximamente las plantas que se verán afectadas o podrían cerrar permanentemente.
Dentro de su plan de reestructuración, Nissan ya había anunciado el cese de su producción en Argentina, la consolidación de sus camionetas en México, o el descarte de su plan de construir una nueva fábrica de baterías para vehículos eléctricos en la ciudad japonesa de Kitakyushu, en el sudoeste del archipiélago. Transcurridos los primeros cinco minutos de sesión, las acciones de Nissan avanzaban un 5,45% en el mercado bursátil tokiota.
La crisis de la empresa corre el riesgo de agravarse aún más después de que el mes pasado advirtiera a sus accionistas de que podría asumir pérdidas netas por costes de reestructuración de hasta 750.000 millones de yenes (unos 5.000 millones de dólares) en el año fiscal que finalizó en marzo de 2025, según informaciones recogidas por Bloomberg.
La crisis de Nissan afecta también a otras empresas del sector, como es el caso de Renault, que anunció en febrero de 2025 que sus beneficios se desplomaron un 65%, debido a la drástica caída en las ganancias de su socio Nissan durante el primer semestre fiscal. Asimismo, Honda, que había firmado a finales de 2024 un memorando de entendimiento para explorar una posible integración de Nissan, finalmente canceló las negociaciones ante la incapacidad de llegar a un consenso sobre los términos de la fusión. Según explicó el entonces CEO de Nissan, Makoto Uchida, Honda pretendía comprar la compañía en vez de hacer una fusión entre iguales, lo que hizo que Nissan saliese de la mesa de negociaciones.